miércoles, 1 de julio de 2015

El lado bueno de las cosas.

Esta nueva aventura está dedicada a los cabezotas que se equivocan y dejan de ver las lecciones, a los que olvidan que entre el blanco y el negro, está el gris.

A ti, que has seguido leyendo esto por sentirte identificado. Que sé, que a veces te levantas con el pie izquierdo y olvidas que el derecho está justo a su lado. Confía en mí, no es tan difícil dejarse llevar por el tiempo.

Cuando algo te sucede, lo primero que haces es darle vueltas a la cabeza. Piensas que todo está saliendo más, ¿y el lado bueno? No lo puedes olvidar, si lo haces, lo ocurrido, pierde el sentido. Seguro que te cansas de oír este tipo de cosas continuamente pero creo que de vez en cuando viene bien que alguien te lo recuerde y te ponga las pilas.

Una de las cosas que nos enseña la vida, es que somos hijos del tiempo, protegidos por él. Al fin y al cabo, el tiempo se acaba comiendo todos los problemas. No debes temer ni lamentar demasiado la vida, sabes de sobra que no saldrás vivo de ella.

La lección de hoy es tan básica...

"Que te salgan arrugas en la comisura de tanto reír. Que el tiempo te gaste los dientes, pero jamás la sonrisa."

2 comentarios:

  1. La contundencia de esta frase: "No debes temer ni lamentar demasiado la vida, sabes de sobra que no saldrás vivo de ella.", da sentido a ese discurso optimista y equilibrado.

    ResponderEliminar
  2. Cierto, no hay que darle tantas vueltas a nada. La vida es corta. Muy bueno

    ResponderEliminar