martes, 7 de julio de 2015

Entre extrañas manías y defectos.

¿Sabéis que he descubierto? Que somos tontos, pero tontos de remate. ¿Qué por qué lo digo? Porque he visto a gente ponerse a llorar y decir cosas bonitas cuando ya no le quedaba tiempo. He visto como un amigo se le declaraba a su amiga en una estación de tren que les separaría miles de kilómetros, cuando él tenía claro desde hace demasiado tiempo que el resto de su vida quería pasarla a su lado. También he visto como un hermano le lloraba en el funeral arrepentido a el otro o como la gente se lamenta de todo lo que se va.

Y es que, entre las más extrañas manías de la especie humana, se encuentra el no vivir el presente. Siempre nos quejamos por lo que pasó en un pasado, que si es pasado es que fue, pero no será. Queremos lo mejor para nuestro futuro, pero mientras planeamos, dejamos que la vida pase. Y lo peor viene cuando no sabemos que es ni siquiera el presente porque vivimos en un pasado que nos atormenta mientras planeamos un estúpido futuro que se nos escapa de las manos si nos descuidamos.

Párate un minuto a pensar solo tres cosas: ¿Qué tuviste? ¿Qué tienes? ¿Qué te gustaría tener?

Es así de fácil, deja de montar un castillo por tener un granito de arena. La frase que regalo hoy es:

"Somos tan estúpidos que en vez de valorar la presencia, valoramos la ausencia."

No hay comentarios:

Publicar un comentario