viernes, 31 de julio de 2015

Atentado verbal.

Hoy me he dado cuenta que las palabras han perdido su sentido. Que las letras parecen borrachas de sentimientos y solo saben desordenarse. Me ha dado por observar el mundo que me rodea, con su todo y su nada, con su gente y su nadie. Y he hecho el peor descubrimiento del mundo, he destapado la realidad.

Vivimos en un lugar donde se valora más si vistes ropa de seiscientos euros, que si tienes una educación que vale lo mismo o más. Un despreciable rincón donde es más fácil pedir dinero a un banco que después te lo robará, que un abrazo a un amigo entre gritos de soledad. ¿Se nos puede llamar humanos?

La gente pide dinero a pie de metro con ropa destrozada por el tiempo y carteles que ya no dan pena. Nos hemos acostumbrado a ver frases mal escritas en trozos viejos de cartón, frases que piden ayuda desde la distancia, frases que alguien ha escrito haciendo un resumen de lo peor de su vida... ¿Por qué ocultamos la verdad? Estoy segura, y pongo la mano en el fuego, de que esa persona que ahora pide dinero en un barrio marginal, pudo tener la oportunidad de estudiar, pero básicamente solo quería aprobar.

La lección de hoy espero que te la aprendas  si hace falta la recites como el padre nuestro antes de acostarte:

"Cambia tus palabras, si quieres que tu mundo cambie."

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