miércoles, 26 de agosto de 2015

Pasemos a la práctica.

A veces nos cuesta ver el valor de las palabras y lo que pueden provocar cuando se las dices a alguien. No todo el mundo está acostumbrado a oír barbaridades y tener que tomárselas a broma. Vamos, no pierdas más tiempo, coge un lápiz y empecemos esta nueva aventura.

Lo primero de todo es dibujar un monigote, como los del día de los inocente, pero con un corazoncito esta vez, es un detalle que a veces se nos olvida. No hace falta que le pongas pelo, es un símbolo, tu símbolo. Ahora que tienes eso, debes poner una palabra, que sueles decir y que crees que todos se lo puedan tomar a broma, justo en la cabeza. Yo he elegido "insoportable", porque eso de que nadie te aguante debe ser muy duro. ¿Todo listo? El siguiente paso es levantar al muñeco y atravesar su corazoncito con un bolígrafo. No te preocupes, de momento a esto no se le considera vudú. Ahora viene un método conocido como espachurramiento en los pueblos españoles, coge el papel y conviértelo en una pelotita y listo.

¿No le encuentras el sentido verdad? Ahora viene la lección. Estira el papel todo lo posible e intenta curarle el corazón. Verás, es imposible.

"A veces no nos damos cuenta del daño que podemos causar, no vemos más allá de nuestros propios ojos."



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